NEGATIVIDAD Y REIKI

Todos somos canales de energía, pero el estar en contacto con otras personas compartiendo esa canalización de energía hace que nos surja la duda de si pudieses recibir “energía negativa” o de si pudiesen “vaciarte de energía”.

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Es muy poco frecuente que esto ocurra y sobre todo teniendo en cuenta nuestra posición como “canal” a la hora de dar Reiki, que hace que la energía circule por nosotros, saliendo como de un grifo sin volver.

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Lo normal es que ocurra lo contrario, es decir, cuanto más ofrezcamos ser canales de Reiki y más tratamientos hagamos, mayor será el cauce de energía que recibamos. 

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De esta manera nos sentiremos más “recargados” y más protegidos contra la recepción de energía en el contacto con otros, Sólo tienes que comprender que la energía Reiki nos atraviesa, nos protege y ayuda a la persona con la que estamos trabajando.

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Una vez que la energía sale fuera de nuestro cuerpo para llegar hasta el otro, ya no vuelve de nuevo hasta nosotros, sino que regresa al lugar del que procede. Este es el motivo por el cual resulta tan difícil recibir lo negativo del otro.

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Sin embargo, siempre existe la posibilidad de hacer algún ritual de protección si lo estimas necesario.

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 Dicho ritual puede ser tan sencillo como cerrar los ojos unos segundos y pedir protección a la energía universal, esperando un poco para ver qué percibes.

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Pero, si en algún momento tu interior te aconseja no dar tratamiento sigue a tu interior y aplaza la sesión para otro momento.

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La posición de preparación de las manos más adecuada es con las palmas situadas hacia arriba, los dedos deben estar pegados entre sí, al igual que el pulgar, para que la mano forme una línea curva.

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 Decimos que las manos para dar reiki se colocan en “forma de concha”.

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